En el marco de las grandes transformaciones que vive el mercado laboral en España, desde Randstad Research convocamos al Comité de Expertos Académico con el objetivo de reflexionar sobre el impacto empresarial de la reducción de la jornada laboral, y debatir, desde una perspectiva técnica, los aspectos clave que condicionan su viabilidad y consecuencias.
La conversación arrancó con un análisis de los factores que, en los últimos tiempos, están afectando negativamente a la productividad del trabajo. La combinación de un aumento sostenido del SMI, el crecimiento del absentismo laboral y un entorno político incierto configuran un escenario complejo tanto para la productividad como para la competitividad empresarial, especialmente en sectores expuestos a competencia internacional o con modelos basados en turnos.
El debate se articuló en torno a cuatro grandes bloques. El primero giró en torno al absentismo laboral, un fenómeno que ha adquirido una dimensión crítica. En los últimos trimestres, muchas organizaciones han detectado un aumento de las ausencias justificadas, pero también una proliferación de permisos retribuidos difícil de controlar. Este fenómeno impacta directamente en la productividad y genera tensiones internas, al percibirse desigualdades entre quienes trabajan y quienes se ausentan con frecuencia. Además, se planteó la necesidad de revisar ciertos marcos normativos y reforzar la intervención de las mutuas en los procesos de alta médica.
El segundo bloque abordó el relevo generacional. En sectores como la logística, donde las plantillas están envejecidas, preocupa la escasa incorporación de jóvenes con formación técnica. El debate puso el foco en el desajuste entre la oferta educativa y la demanda real del mercado, evidenciado en el exceso de solicitudes en ciclos formativos con baja inserción y la falta de estudiantes en áreas con alta empleabilidad. Para muchos expertos, la raíz del problema se encuentra en el modelo educativo, que requiere una revisión profunda y orientada a la empleabilidad.
El tercer eje fue la escasez de talento, que atraviesa de forma transversal a múltiples sectores. Empresas de todo tipo reportan dificultades para cubrir vacantes, incluso en posiciones que no requieren alta cualificación. Este desequilibrio, agravado por un mercado cada vez más exigente, limita el crecimiento y la capacidad de adaptación de las organizaciones. También se abordó el papel creciente del teletrabajo, el aumento del empleo entre población migrante y el cambio de paradigma que supone la inteligencia artificial, donde ya no bastará con títulos, sino con habilidades prácticas para trabajar con estas herramientas.
El cuarto y último bloque se centró en el impacto combinado del incremento de los costes laborales —como la subida del SMI— y la posible reducción de la jornada laboral, una propuesta aún pendiente de votación. Aunque su aprobación no es segura, existe preocupación por el coste que podría suponer su implantación sin medidas compensatorias o reformas estructurales. Según los cálculos expuestos, el impacto económico para las empresas podría superar los 23.000 millones de euros, lo que introduciría un nuevo factor de tensión en un mercado laboral ya condicionado por rigideces organizativas y baja productividad.
El comité coincidió en la urgencia de adoptar una visión integral que combine medidas a corto plazo con reformas estructurales. Solo con un enfoque coordinado y realista será posible avanzar hacia un modelo laboral más productivo, competitivo y adaptado a los retos sociales y tecnológicos del presente.
Valentín Bote
director de Randstad Research.
Fotos de la reunión del Comité de Expertos de Randstad Research:








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